viernes, 4 de junio de 2010

No comieron perdices (F. Kahlo III)



(Frida pintando su prición)

Luego del terrible accidente protagonizado por un tren vía, Frida quedó inmovilizada por meses apresada en un corsé de yeso. Mientras ella luchaba por su vida postrada en una cama, sus padres le presentaron un nuevo amor que la acompaño en el dolor y en el aburrimiento que es estar esposada con sábanas. Le regalaron pinceles, pinturas y un atril hecho especialmente para que ella pudiera pintar desde su prisión acolchonada.
Una vez que logró ser excarcelada de su cama, Kahlo decidió que ya no tenía que ser un peso muerto en la espalda de sus padres y se dedicó a buscar trabajo. Nunca volvió al colegio y abandonó su sueño de ser médica.
Con catorce óleos, un fresco, ocho acuarelas y cinco dibujos bajo el brazo fue a buscar a Diego Rivera (el cual ya era el afamado pintor de turno de la época) a los andamios donde él se encontraba trabajando. "Diego, baja! Vengo a mostrarte mis cuadros. Si te interesan dímelo y si no también para ir a trabajar de otra cosa y ayudar a mis padre." Sorprendido ante la actitud de ésta mujer, realizó un rápido vistazo. "Me interesan mucho tus cuadros. Ve a tu casa, pinta uno. El próximo domingo iré a verlo y te diré que opino."
Los rumores dicen que así comenzó todo. Ella con 22 años y él con 42, se casaron el 21 de agosto de 1929. Frida cumplió lo que alguna vez le prometió a sus compañeras del colegio. Lo bañaba, lo secada, lo mimaba, lo amaba. Una enamorada empedernida. Él también la amaba a ella... Y a todas las demás. Las malas lenguas comentaban que al poco tiempo de casarse Rivera ya le era infiel.
Como buen(UDA) compañera Frida ,a pesar del cariño que le tenía a México, lo sigue a su amor en la búsqueda de posesionares como pintor top internacional. Se instalan en San francisco, Estados Unidos. Y lo logra. Diego Rivera allí es tratado como una celebridad. Pero luego de 4 años Frida no soporta más el ambiente gris y frío de la city norteamericana, y lo convence de volver al cálido hogar que era su México.
Una vez allí, se instalan en una casa especial mente diseñada para ellos que al verla a simple vista reflejaba una síntesis de su amor. Eran dos modernas y distintas casas separadas y unidas por un puente.
Pero no comieron perdices. Frida aceptó que Rivera no pudiera lidiar con la tentación que le provocaba la piel de la mujer. Ella aprovechó dicha situación y se aceptó también a ella misma. Comenzó a tener sucesivos amantes. Tanto hombres como mujeres. Que pareja liberal hasta para nuestros tiempos desenfrenados!
Pero todo tiene su limite. En cierta forma Frida aceptó a cada fan, modelo, colega y mujer que se le cruzara a Diego en el camino. Pero no ¿Una kahlo? ¿Su propia hermana? No!
"Intenté ahogar mis dolores, pero ellos aprendieron a nadar." F. Kahlo

1 comentario:

  1. Pues me parece que la casa toda la relación entre Frida y Diego. Dos mundos completamente diferentes unidos por un puentecito.

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