
Este latin lover del arte no era nada más ni nada menos que el mundialmente reconocido pintor del siglo XX Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera Barrientos Acosta Rodríguez, o simplemente Diego Rivera él cual no me voy a detener a analizar artísticamente, pero me tomo el atrevimiento de utilizar algunas palabras para decir que sin duda marcó su paso por el arte, a pesar de lo que le hizo a Frida que poco tiene que ver con la capacidades artísticas del hombre en cuestión.
A los 15 años ella se enamoró a primera vista de él. Sumergida en un amor infantil pero con las fantasías de una adolescente común y corriente se escondía detrás de los andamios para verlo pintar en la escuela la cual ella asistía. "Quiero tener un hijo con Diego Rivera" les confesaba a sus amigos. "Es un gordo asqueroso Frida" Y ella les respondía. "No importa. Yo voy a limpiarlo y a bañarlo". Típico desenfrenado y hasta obsesivo primer (verdadero) amor. La aclaración se debe a que ella ya en ese tiempo mantenía un romance con un compañerito. Relación que no tuvo comparación con la que vivió más adelante con Rivera. La cual nació a partir de otro gran "amante" que ,a diferencia de los demás que tenían cada uno por su cuenta, compartieron con agrado durante todo la vida. Un trío difícil de separar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario